¿Cómo podemos satisfacer la creciente demanda mundial de carne de manera sostenible? No es una pregunta con una respuesta simple, pero parte de la solución podría ser mejorar la calidad de los productos animales. Cuando producimos carne con una vida útil más larga, podemos tratar de evitar el rechazo temprano de la carne para el consumo humano.

Aumentar la cantidad de carne comercializable también puede permitir una producción más eficiente. La oxidación se considera una de las principales causas de la disminución de la calidad de la carne. Para mejorar la calidad de la carne, estas reacciones de oxidación deben reducirse, tanto antes como después del sacrificio.

Dado que el selenio funciona como antioxidante, complementar la dieta de los animales con selenio puede contribuir a reducir la oxidación y mejorar la calidad de la carne. Se ha demostrado una mayor calidad de la carne mediante el uso de L-selenometionina en la dieta en varias especies, como cerdos, aves y rumiantes.