Reducción del estrés (calor)

Muchos ganaderos trabajan en climas marcadamente tropicales. Aunque otros no, se enfrentan a un aumento gradual de las temperaturas como consecuencia del calentamiento global. Considerando que, para algunos animales de producción, el estrés por exceso de calor empieza ya a temperaturas bajas, esto representa una amenaza mundial sin una solución clara. Los animales que se enfrentan a la amenaza del calor poseen varios mecanismos de defensa que les permiten sobrevivir al calor; sin embargo, esto afecta gravemente a sus parámetros de producción. Por ejemplo, en las aves de corral, el estrés puede provocar una producción deficiente de huevos. El impacto también es muy variable para cada especie animal y para cada animal dentro de su especie. Cada individuo es distinto en cuanto a su capacidad para recuperarse de los episodios de estrés por exceso de calor. Por lo tanto, manejar el estrés por calor supone disponer de estrategias específicas y adaptadas específicamente para cada uno de ellos. Las estrategias de alimentación son versátiles y ayudan al animal a protegerse mejor cuando se presenta la amenaza. El balance electrolítico y la osmorregulación son un importante mecanismo a tener en cuenta durante los episodios de estrés por calor y pueden controlarse mediante la nutrición y con aditivos adecuados en los alimentos.

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