Lograr un buen desempeño reproductivo es un factor clave para mejorar la salud animal, la eficiencia productiva y, en consecuencia, el beneficio económico. Sin embargo, puede ser un desafío ya que el desempeño reproductivo en la cría de animales es un concepto amplio y puede estar compuesto por varios parámetros según la especie y el objetivo de la industria. La mejora del rendimiento reproductivo se logra centrándose en la fertilidad, la gestación, el proceso de parto y la lactancia. Por ejemplo, el intervalo parto-fecundación, el número de inseminaciones artificiales, la calidad del semen, la fecha del celo, la mortalidad del feto, los resultados de la eclosión, la calidad del calostro y la producción de leche son cifras a tener en cuenta. De hecho, el desempeño reproductivo no solo afectará a los padres (como toros, reproductoras, cerdas, cabras) sino también a la descendencia (como corderos, potros, pollitos, peces juveniles). En otras palabras, el registro del rendimiento de la descendencia también dará una buena indicación de la eficiencia de la reproducción.
Varios factores pueden afectar la fertilidad, como deficiencias nutricionales, presencia de toxinas, inmunidad afectada, enfermedades metabólicas y condiciones ambientales desafiantes. Estos factores darán lugar a trastornos reproductivos y reducción de la fertilidad de los animales. Las soluciones nutricionales y los aditivos para alimentos pueden beneficiar a la reproducción, por ejemplo, promoviendo la absorción de nutrientes, apoyando un buen funcionamiento del sistema inmunitario y mejorando el suministro de nutrientes a las crías a través de la placenta, los huevos, el calostro o la leche. Una dieta bien balanceada con nutrientes específicos mejorará la fertilidad mientras apoya el estado de salud de los animales durante la gestación y la lactancia. Por lo tanto, los aditivos para piensos pueden aumentar la producción de la descendencia, lo que da como resultado un mayor margen a largo plazo.
